¿Realmente estamos tan mal como siempre pensamos? ¿No será algún aspecto de nuestra vida que nos tiene todo el día de víctimas? Será mejor que visualicemos un poco más dónde está el problema, ¿te animas? Comenzaremos el viaje con la herramienta más potente, la Rueda de la Vida, que he podido experimentar con multitud de personas durante más de seis años. Analizaremos la vida desde su perspectiva más general, para, poco a poco, entender todos los ingredientes que la componen. Te animo a poner en práctica todas las herramientas para que compruebes su utilidad en todo momento.

 

La Rueda de la Vida

La Rueda de la Vida (llamado por algunos el círculo de la vida) te ayudará a valorar tu grado de felicidad en los distintos apartados de la vida. Necesitarás una hoja en blanco y hacer un círculo dividido en ocho sectores, como muestra la adjunta. Alrededor de la figura resultante escribe los nombres de los grandes temas que determinan tu vida, sin importar el orden: la salud, el amor, la familia y amigos, el dinero, el entorno vital (u hogar), el ocio, el crecimiento personal y el desarrollo profesional (o trabajo). El gráfico siempre me ha recordado a un queso cremoso con sus distintas porciones, por lo que llamaré quesitos a estas áreas.

Cómo hacer una rueda de la vida

Ejemplo ejercicio Rueda de la Vida Vacía

Rueda de la Vida vacía

Puntúa cada quesito de cero a diez con tu grado de felicidad a día de hoy. No hay un modo objetivo para puntuar cada área, se trata de una valoración personal. Procura no romperte la cabeza buscando un sistema de referencia para ver cómo ganar un puntito. Si dudas, cierra los ojos y piensa: en una escala del cero al diez, ¿cómo de feliz me siento en esa área de mi vida? Para ello es bueno entender lo que significa cada quesito con algunos ejemplos.

  • El dinero: ¿tus ingresos te permiten llevar el nivel de vida que deseas? ¿Estás conforme con el dinero que manejas en tu día a día? ¿Te sientes agobiado por todas las deudas que has contraído? Supongamos que alguien siempre ha querido tener mucho dinero en el banco y la hipoteca pagada. Haberlo conseguido sería un fantástico diez. Aunque si vive con el dinero justo, la hipoteca le llega hasta las orejas, y encima se castiga cada día con que tendría que ahorrar más y gastar menos, entonces su puntuación podría ser un simple tres. Su nota, en definitiva, será su grado de satisfacción.
  • El ocio: ¿disfrutas de tu tiempo libre? Puedes evaluar si cuentas con poco o mucho tiempo libre, pero suele ser más importante pensar en la calidad y el aprovechamiento que consigues del que tienes. Si, por ejemplo, no dispones de mucho ocio porque otro apartado no te lo permite, baja la puntuación del quesito que te roba el tiempo (trabajo, familia, amor, entre otros), pero intenta puntuar tu ocio de forma independiente. Una puntuación alta significa que te lo pasas muy bien, hagas lo que hagas. Una puntuación muy baja significa que te aburres hasta el hartazgo y no sabes cómo emplear tu tiempo libre. De nuevo, la puntuación dependerá de la relación entre tu percepción y tus expectativas.
  • El amor: con el fin de valorar la relación de pareja, ¿qué tal funciona tu relación conyugal? ¿No tienes pareja y la buscas en la actualidad? ¿Quizás tienes una novia virtual o cibernovio? Para puntuar este quesito no importa si tienes pareja de toda la vida o una secuencia de parejas con las que nunca formalizas algo estable. No se trata de establecer fórmulas ganadoras ni perdedoras, sino de fijar qué puntuación está más acorde con tu estado actual de búsqueda o disfrute del amor. Como veremos más adelante, el momento marca mucho. Si te acabas de casar, es probable que la puntuación sea muy alta. ¿Seguro? Puede que te casaras porque pensabas, en ese momento, que era lo correcto, después de varios años de relación con tu pareja. ¿Realmente eres feliz con tu situación actual en cuanto al amor se refiere? Por el contrario, si recientemente terminaste una relación, lo más probable es que tu puntuación sea baja, a no ser que te alegres de volver a la soltería.
  • El hogar, o entorno vital: para puntuar el hogar en el que actualmente vives y todo lo que te rodea. ¿Te encuentras bien en el lugar donde vives? Puede que aún vivas con tus padres en una casa acogedora pero, ¿disfrutas plenamente de tu libertad? ¿Te gustan la casa, el barrio, la ciudad y el país donde resides? Quizás te acabas de mudar y no terminas de encajar en tu nuevo hogar. ¿Tienes tu casa ordenada u odias tenerla todo el día empantanada, pero no haces mucho por remediarlo?
  • El trabajo o desarrollo profesional: ¿te levantas cada mañana contento para ir al trabajo? ¿Te sientes motivado y satisfecho con tus funciones laborales? ¿Tienes buenas relaciones laborales? Es decir, ¿te llevas bien con tu jefe y tus compañeros de trabajo o preferirías ser tu propio jefe? ¿Perdiste el trabajo y ahora estás desempleado?
  • La familia y amigos: aquí evaluarás las relaciones que tienes en el ámbito privado y personal. ¿Te llevas bien con tus padres, tus suegros, tus amigos, tus hijos, etc.? ¿Hablas a menudo con tus familiares aunque no los veas mucho? ¿Sales frecuentemente con los amigos? ¿Tienes pocos amigos, de esos buenos y de toda la vida, o una larga lista de conocidos y saludados? ¿Realmente están cuando los necesitas? No tengas reparo en dividir el quesito en dos y poner dos notas diferentes, ya que hay personas que no pueden ver a su familia, pero que tienen excelentes amigos y, sin duda, el caso contrario también es común en núcleos familiares muy unidos.
  • La salud: ¿estás contento con tu estado psicológico y físico? Posiblemente pienses que ya va siendo hora nuevos saber como adquirir un hábito más saludable, dejar el cigarrillo, hacer deporte, comer de forma más sana, o aprender a no preocuparte por todo. ¿Has pasado por alguna grave o rara enfermedad? Esto siempre hace pensar que la salud está por encima de todo.
  • El crecimiento personal: ¿te sientes realizado por hacer aquello que siempre quisiste? Al margen de tu actividad profesional, puede ocurrir que pretendas aprender otro idioma, por extraño y poco útil que sea. O que te llame la atención el coleccionismo de antigüedades, alguna cultura lejana, o participar en asociaciones benéficas. Son sólo ejemplos para delimitar aquellas materias de conocimiento que siempre te has propuesto aprender. Quizá no tengas mucha idea de qué falta para completar tu desarrollo a nivel personal y te parezca todo fantástico, aunque en este caso, ¿qué te hace seguir leyendo?

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Con la medición de tu grado de satisfacción en todas las áreas consigues racionalizar la visión global que tienes de la vida y probablemente veas de otra forma las cosas. ¿No estás seguro de todos los valores que has puesto? Repasa las puntuaciones y no dudes en cambiarlas hasta que te sientas conforme.

Ahora que ya tienes todas las puntuaciones, te explico cómo representar tu Rueda de la Vida. Con la circunferencia partida en ocho quesitos iguales, divide cada una de las porciones en diez segmentos y representa todas las puntuaciones anotadas. Para finalizar el primer mapa de la vida, dibuja las notas del resto de porciones y deberías obtener una figura semejante a la que sigue. ¡Una imagen vale más que mil palabras! ¿Cómo ves tu foto actual?

Ejemplo ejercicio Rueda de la Vida -coaching Ejemplo Rueda de la Vida

Estos quesitos son los apartados en los que descomponemos la felicidad de la vida, y las puntuaciones el grado que has alcanzado. Esta Rueda de la Vida representa el cimiento del mapa global, al que añadirás, en cada capítulo, una nueva rueda de cada quesito con distintos apartados. Verás lo sencillo que resulta utilizar estos mapas para conocerte mejor, y durante el camino irás conociendo las distintas herramientas que te servirán para guiarte.

Algunos aspectos a tener presentes...

¿Acostumbras a montar en bicicleta? Imagina por un momento pasear con una bicicleta que tenga dos ruedas como las que acabas de dibujar. ¿Te deslizarías de forma suave o no pararías de dar botes? Bueno, estoy seguro de que, para la mayoría, sería un paseo más que complicado ¡Seguro que serías una persona que se salta las normas! Este pequeño ejercicio debería hacerte reflexionar sobre lo satisfecho o feliz que estás en tu vida. Respira profundamente y retén la figura anterior en tu retina, con los ojos cerrados. No es más que una figura, de la que es conveniente que seas consciente, porque tendrás que trabajar mucho con ella.

El tiempo es una variable que no debes perder de vista al usar esta herramienta. En economía es fácil entender que la cotización entre un dólar y un euro no es igual hoy que dentro de un año. ¿Cómo crees que hubieras puntuado los distintos quesitos a lo largo de tu vida? La forma de puntuar también cambia con nuestra experiencia, pero no por ello debemos saltarnos el procedimiento. Esta nueva forma de medir debe ser nuestra ciencia particular, ya que no todas las ciencias miden siempre con extrema exactitud. Por ejemplo, diríamos que la física es exacta, pero encontramos cosas que no puede medir con exactitud (como, según el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, la posición y la velocidad del electrón). Por tanto, puntuar nuestras propias ruedas de la vida, con el método que presentamos, será nuestra ciencia para ir midiendo, poco a poco, nuestro estado de felicidad.

Recuerda que, en ningún caso, juzgamos una rueda como buena o mala, es simplemente la tuya, personal e intransferible. Te ofreceré algunas indicaciones que te ayudarán a analizar mejor las notas de cualquier Rueda de la Vida:

  • Por alta o baja que haya resultado tu puntuación en tu rueda, no vale obsesionarse. No merece la pena decir que te va todo muy mal o que eres un poco desgraciado. Tampoco que todo es perfecto pero que los demás no nos entienden. Basta. A partir de ahora, este grado de consciencia te incumbe sólo a ti. No olvidar saludar y tener sonrisa interna, a pesar de todo lo bueno y malo que llevas dentro, será la primera condición para mejorar.
  • Si todas tus puntuaciones han sido cero, cierra este libro y ve a quejarte a otro sitio. Ya va siendo hora de empezar a cambiar y a sentir que hay cosas mejores y peores en esta vida. El pesimismo radical queda abolido hasta en este libro tan tolerante.
  • Si puntuaste un diez en todo, felicidades, ¡puedes ser un presumido!, pero mejor continúa con alguna otra lectura que tengas pendiente. Aparta este libro a un lado y vuelve cuando tengas algo, por pequeño que sea, que te esté molestando, inquietando, fastidiando, enojando.
  • Las áreas mejor puntuadas deben recordarnos todas las cosas buenas que tenemos, y nos deben motivar a trabajar las áreas peor puntuadas. Tengamos presente que, por muy mal que vayan las cosas, siempre hay cosas buenas en la vida. Olvidarlo no tiene perdón.
  • ¿Cuál es el quesito qué más te importa? No todos son igual de importantes, y seguro que, a lo largo de tu vida, su grado de importancia cambiará. En mi caso, nunca presté demasiada atención a la salud hasta que me faltó, momento en el que comprendí que para mí era el quesito más importante de todos. La salud, que no nos falte.

Vamos al capítulo 3... Cómo estamos. O vuelve al índice.


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